MÓDULO 1: Desigualdades de género en el campo de la ciencia y tecnología

Para este reto expondré y realizaré un breve análisis de algunos de los datos publicados en relación a la presencia de la mujer en el campo de la ciencia y tecnología, ya que se trata de mi ámbito profesional.

En los datos recogidos por el INE podemos observar que la tasa de graduados en ciencias, informática, ingeniería, industria y construcción es superior en los hombres. En España en el año 2019 hubo un 29,7‰ de hombres graduados en estas áreas frente al 11,9‰ en las mujeres. En la Unión Europea (UE) las tasas son similares a las de España, con un 27,9 en hombres frente al 14,9 en las mujeres.     

El 55,5% de las personas que han obtenido el título de doctor en ciencia y tecnología en alguna universidad española entre 1990 y 2009 son hombres y el 44,5% son mujeres. El número de doctores hombres es superior al de mujeres para todos los tramos de edad, excepto en el grupo de menores de 35 años (5,4 % de mujeres, 4,8% de hombres).

En relación al ámbito laboral, en el año 2020 en España, del total de recursos humanos en ciencia y tecnología (de 25 a 64 años) el 52,1% eran mujeres. En la UE el porcentaje era del 52,8%. A pesar de que entre la población empleada en ciencia y tecnología predominen las mujeres, si únicamente se consideran aquellas empleadas que han completado la educación superior, el porcentaje en España disminuye al 26,3% y en la UE al 27,9%. En este mismo sentido apuntan los datos del Instituto de las Mujeres en los que se contempla un porcentaje más bajo de mujeres empleadas en I+D como investigadoras (41,47%) que como auxiliares (49,13%). Esta menor presencia de mujeres con estudios superiores en el ámbito laboral sería consecuencia del hecho de que hay menos mujeres graduadas en estas disciplinas.

Según los datos publicados por el Instituto de las Mujeres, el porcentaje de mujeres empleadas en I+D en la administración pública (53,74%) es mayor al de hombres. Sin embargo, el de empleadas en empresas (31,69%) es más bajo que el de hombres, reflejando un menor acceso de la mujer a la empresa.

Resulta llamativa la menor presencia de la mujer en la universidad en las disciplinas de estudio científicas y tecnológicas. Puede haber varios factores implicados, entre ellos, los estereotipos culturales o los mensajes que transmiten los medios de comunicación, el profesorado y las familias. Ya desde la infancia se tiende a proporcionar a los niños más juguetes de construcciones, coches y aviones mientras que a las niñas se les suele dar más muñecas, lo que fomenta el desarrollo de distintas habilidades. Además, la imagen del científico o ingeniero es a menudo la de un hombre y tradicionalmente no se ha dado visibilidad a las contribuciones de las mujeres a la ciencia y tecnología, no mostrando una parte de la historia científica.

Con el objetivo de reducir esta brecha de género, sería importante visibilizar el papel de la mujer en la ciencia. Se podría llevar a cabo realizando un mayor número de actos divulgativos como: charlas de mujeres científicas en colegios, la difusión de material que transmita la pasión por la ciencia a través de internet o de la televisión, realizar jornadas de puertas abiertas en los centros de investigación... Habría que actualizar los libros de texto de tal manera que se reconozcan las aportaciones de las mujeres científicas. Este tipo de estrategias contribuiría a crear referentes femeninos durante la infancia que contribuyan a la elección de carreras profesionales en este ámbito. Así mismo, habría que proporcionar un acceso equitativo a niñas y niños a juguetes que fomenten la visión espacial u otras capacidades vinculadas al mundo tecnológico y científico.

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